Kepler-62e es uno de los cinco exoplanetas que orbitan alrededor de la estrella Kepler-62, clasificada como una enana K2V y descubierta por el telescopio espacial Kepler. Es, junto a Kepler-62f, uno de los dos planetas situados en la zona habitable del sistema. De ellos, es el que cuenta con un mayor índice de similitud con la Tierra 83%.
Se encuentra a unos 1200 años luz de la Tierra, en la constelación de Lyra. Kepler-62 es lo suficientemente masiva como para no registrar las bruscas variaciones lumínicas de las enanas rojas en sus primeros millones de años de vida. Es un exoplaneta de tipo supertierra, con una masa de 4,54 M⊕ y un radio de 1,61 R⊕. Con una temperatura media superficial de 28,45 ºC, considerando una atmósfera y albedo similares a los de la Tierra, es un mesoplaneta según la clasificación térmica de habitabilidad planetaria. Es probable que su atmósfera sea más densa como consecuencia de su gravedad, aproximadamente un 74% mayor que la de la Tierra y que esto, unido al efecto termorregulador de un océano global y a su temperatura media superficial, haga que el clima del planeta sea cálido y húmedo desde el ecuador hasta los polos. Kepler-62-e obtiene de su estrella un 20% más de energía de lo que llega a la Tierra del Sol. Esta energía se recibe en forma de calor y radiación. Su cielo es claro, con escasa nube, y mundo sólido y acuático de increíble vegetación.
Se trata de un exoplaneta cuyo tamaño es un 60% superior al de la Tierra situado en la parte interior de la zona habitable. Curiosamente, si comparamos la órbita de Kepler-62e con la posición de la Tierra en la zona habitable del Sistema Solar de acuerdo con los modelos más aceptados, estamos ante el mundo más habitable conocido. Con un período orbital de 122,39 días, pertenece a la zona
habitable de su sistema, desplazado hacia el confín interno de la misma. Su posición lo sitúa próximo al límite de anclaje por marea del sistema, la distancia orbital media del planeta respecto a su estrella es de 0,427 UA y el límite de acoplamiento se encuentra a 0,4062 UA. El investigador Bill Borucki del Centro de Investigación Ames de la NASA advirtió su potencial de habitabilidad. Señaló también que quizás la vida en la Tierra apareciese en los océanos y la posibilidad de que evolucione hacia formas complejas incluso en ausencia de masas continentales. El verdadero potencial para la vida de Kepler-62e es desconocido y está sujeto a las condiciones reales que presente el planeta. Mientras astrobiólogos esperan con ansias encontrar vida microbiana viviendo por encima o por debajo de la superficie de Marte, los cazadores de exoplanetas han estado en la continua búsqueda de mundos habitables lejos de nuestra vía láctea.
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