miércoles, 26 de abril de 2017

Descubre a Marte

Conoce los secretos del planeta


Un año en Marte dura 687 días terrestres
En la Tierra un año equivale a 365 días, entendiéndose por tal el tiempo que tarda nuestro planeta en completar el movimiento de traslación alrededor del Sol. Pues bien, en Marte ese mismo movimiento se completa en 687 días, lo que significa que un año marciano equivale casi a dos años terrestres, debido a su mayor distancia con respecto al Sol. Sin embargo los días marcianos sólo son 40 minutos más largos que los días terrestres.


Marte se recupera de una edad de hielo
Gracias a los nuevos estudios que se han realizado sobre la superficie de Marte, y al uso de técnicas avanzadas con numerosos sensores y dispositivos, se ha descubierto que dicho planeta está saliendo todavía de una edad de hielo. Esa edad de hielo se produjo hace unos 400.000 años, y a consecuencia de ella Marte se ha convertido en un terreno tan árido como gélido, o lo que es lo mismo, en una especie de desierto helado.

La atmósfera de Marte es 100 veces menos densa
Comparada con la atmósfera de la Tierra la marciana tiene una densidad casi 100 veces menor, lo que supone que apenas filtra la radiación ionizante y que su superficie es casi como un vacío. A esto debemos unir que está formada casi en su totalidad por dióxido de carbono. Se estima que un humano expuesto sin traje espacial en la superficie de Marte perdería el conocimiento en unos 20 segundos y moriría en aproximadamente un minuto.


Marte habría sido habitable en el pasado
La teoría de la terraformación de Marte es una de las más interesantes que todavía hoy se mantienen, y que aseguran que en un pasado lejano nuestro hoy arenoso y vacío vecino fue un planeta fértil, verde y con grandes océanos en su superficie. Actualmente se baraja la posibilidad de que se mantengan formas de vida microscópicas en el planeta, cosa que se vio reforzada tras el descubrimiento y estudio del meteorito Shergotty.

miércoles, 19 de abril de 2017

Descubre a Venus

Conoce los secretos del planeta
Después del Sol, Venus es el lugar más caliente del Sistema Solar
Obviamente, dejando al Sol de lado, por su proximidad al astro que da nombre al sistema planetario, Venus es el lugar más caliente de todo el Sistema Solar. Más precisamente, la superficie de Venus tiene una temperatura promedio que ronda los 450 °C. Sabemos que no es el planeta más cercano al Sol y sin embargo su superficie registra las temperaturas más altas de todo el sistema solar, por encima incluso de Mercurio. La clave está en la atmósfera, que es muy densa y cuenta con una gran cantidad de CO2. Ese CO2 genera un efecto invernadero amplificado que eleva las temperaturas hasta niveles que pueden fundir el plomo.

Un día en Venus son 243 días en la Tierra
Venus rota de forma sumamente lenta. Mientras que un día en la Tierra dura lo que para nosotros serían 24 horas, un día en Venus dura 243 días terrestres. Aun más extraño, Venus gira al revés, en sentido contrario en comparación con el resto de los planetas del Sistema Solar. Un día se completa cuando un planeta da una vuelta sobre sí mismo, mientras que un año se termina cuando se completa una órbita alrededor del Sol. Pues bien, Venus tarda más en hacer lo primero que lo segundo, y por eso un día venusiano es más largo que un año venusiano.


Su superficie tiene presiones extremas
Este es otro de los elementos que lo convierte en un planeta imposible para la raza humana. En su superficie la presión es 90 veces mayor que en la Tierra, consecuencia directa de la densa atmósfera que cubre el planeta. La presión que tendríamos que soportar sería la misma que habría al colocarnos en el mar a un kilómetro de profundidad. Dicho de otra forma más sencilla, la presión nos aplastaría.



Venus tiene fases, como la Luna
Es una de las curiosidades menos conocidas de nuestro planeta vecino. Venus orbita alrededor del Sol pero lo hace dentro de la propia órbita que la Tierra mantiene en su traslación, lo que acaba generando un efecto claro que se asemeja a las fases Lunares. Así, cuando Venus está en la cara opuesta al Sol podemos decir que está en el equivalente a “fase llena”, mientras que cuando se sitúa entre la Tierra y el Sol se encuentra en “fase nueva”. Esto es importante por un motivo muy simple, y es que Venus es uno de los cuerpos más brillantes de nuestro sistema solar, después del Sol y la Luna.